domingo, 9 de marzo de 2014

Hoy escribo para ellos


Mis criaturas mágicas, mi manada.

Escribo para mis lobas, las que me enseñasteis caminar siempre hacia adelante, esas que sacáis los dientes cada vez que hay amenaza de zarpazo a cualquiera de nosotras, las de las sonrisas a prueba de balas.
Para mi loba favorita, la que aún me acurruca cuando tengo miedo en la oscuridad de la noche. La que es mi sol y mi luna y me ilumina allá a donde voy.
Para mi estrella polar, que siempre me cuidará ahí arriba tanto como lo hizo mientras pudo lamer mis heridas en la tierra de los mortales.
Para mi loba dulce, a la que no quiero ver llorar.
Para mis lobeznas, que guardan océanos en esos ojos que me sacan a flote cuando no encuentro tierra firme.


Y también para mis lobos.
Para mi lobo triste, que a pesar de las cicatrices que nos hicimos el uno al otro nunca me deja sola.
Para mi lobo gruñón, que tantos mordiscos dio por mí cuando yo no le veía.
Para mi lobo de acero, el que a pesar de todas sus peleas con la vida sigue manteniéndose en pie y, con él, al resto de la manada.


Para todos vosotros, los nombrados y los que no.

Porque hacéis que todo tenga sentido.
Porque sois ese amor incondicional que tanto se busca, y que yo encuentro en cada uno de vosotros.
Y porque no hay mejor regalo en la vida que teneros conmigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario